El loco de la pancarta

Los pueblos no solo celebraban los días de su fundación, sus santos patronos o los natalicios de sus notables; los pueblos también celebraban a sus locos, dementes itinerantes que eran conocidos y alimentados por todos en una suerte de causa común que arropaba a las comunidades pretéritas a cuidar un bien inmaterial que, fuera cual fuera la manía, siempre pasaba a formar parte del acervo cultural de las ciudades en construcción, elemento indispensable de la identidad local.
En Barquisimeto perviven aún el Pate’palo y la Veragacha, entre otros locos célebres de la ciudad crepuscular; así que decir loco en una de nuestras ciudades no es cuestión enajenante, ni despectiva, como tampoco lo es decir “negro” o cualquiera de esos epítetos que ponen la piel erizada en otras latitudes y que significarían, cuando menos una demanda judicial.
Hace ya varios años circula la ciudad un “loco” singular, que se ha ganado el favor de muchos y el aprecio honesto de otros, que han tenido la gentileza de trasladar su memoria al ámbito digital, en esta vorágine que nos consume de tener que preservarlo todo en internet.
Pero este personaje se distancia del viejo concepto de loco de pueblo, es un loco de ciudad podría decirse, con todo lo que ello implica: consciencia de que se puede cambiar al entorno solo manifestando las ideas a viva voz; es eso lo que le impulsa, una causa que propaga en una simple pancarta que le ha dado cognomen.
Hablo de Argenis Giménez, mejor conocido como el loco de la pancarta, cuya infatigable lucha en contra de las carencias, físicas y profesionales que se viven en los hospitales psiquiátricos a veces se ve banalizada por el público barquisimetano, pero que, sin duda alguna, tiene una trascendencia enorme y el único recurso que ha empleado para hacerse sentir ha sido uno de los más antiguos recursos publicitarios encontrados: el BTL (realmente esta categoría es amplísima, pero la usamos para referirnos al marketing directo, que es en el que se integra la marca con el usuario para brindarle una experiencia mucho más cercana).
Si alguna empresa local aprovechara la pancarta de Argenis para desplegar sus anuncios, si alguien en la ciudad se interesara por ese medio itinerante, esa valla móvil, que además es conocida por todos y siempre es centro de atención; no dudo que el impacto que tendría sería de proporciones gigantescas. Sin embargo lo que expresa la pancarta, recientemente modificada, es: “Vanguardia Siquiátrica de Liberación”, una causa unipersonal que aunque no está formalizada ante ningún registro, tiene el sello de aprobación de una mente más lúcida quizás que la de cualquier creativo.
Me he topado cientos de veces con Argenis, un loco que según su mismo testimonio es “por aclamación popular”, pero nunca antes había pensado en que, ciertamente, este personaje es un loco vanguardista, es un gran creativo y un comunicador excepcional, se puede uno sentar a hablar con él un buen rato y apreciar claramente sus ideas, perfectamente definidas; es un mensaje para todos aquellos que siendo publicistas, creyéndonos “locos” no actuamos como tales, mientras que otros, siendo locos, actúan coherentemente: rompen esquemas, son constantes y no se arredran con nada.
Aprendamos un poquito de Argenis Giménez, y en el camino, sería bueno, ver a más de uno, llevando su marca en la cabeza, para demostrar que la publicidad es siempre cosa de locos.
Andres Cordoves
Comments
Amante de la ciudad, Publicista, Escritor y Foodie Pasteurizado. Director de Inteligencia de El Bar Creativo
Excelente descripción de este insigne personaje Barquisimetano pero creo que te falto exponer que es uno de los mejores escritores del estado ganando en repetidas oportunidades el premio que ha dado la Biblioteca Pio Tamayo, entre otros.