Arte a la altura del cielo: El equipo que formó la imagen del Monumento Manto de María


El Ingeniero Químico Francisco Pérez es barquisimetano, y tiene como hobby el montañismo, un hobby que se convertiría en su mejor aliado para participar en una de las obras más importantes de Barquisimeto de Venezuela, y que le permitiría decir con orgullo que fue parte del arriesgado y valiente equipo que formó la imagen del Monumento Manto de María Divina Pastora.
Pérez se acercó a la oficina de Barquisimeto.com a relatarnos su historia, de cómo fue la creación de imagen que hoy en día se considera el monumento mariano más grande del mundo. Él junto a su equipo trabajaron para una empresa que hace lo que se denomina “trabajos de altura” o “trabajo vertical”, y fueron los responsables de formar la hermosa estructura cinética de la Divina Pastora que hoy identifica nuestra ciudad.
Un equipo especial
Para la creación de esta obra se habían reclutado por lo menos 10 personas en esa área de trabajos de altura. Este equipo que se formó con puros barquisimetanos de varias edades y profesiones: ingenieros, estudiantes de derecho, profesores, entre otros. Contaban con un denominador común, tener conocimiento en montañismo, escalada o rapel, y para ser más exactos: tener nervios de acero, no temer a las alturas y sobre todo gustarle mucho lo que le hacen.
Francisco cumplió con esos requisitos y logró formar parte de ese equipo, gracias a un amigo que tiene una empresa barquisimetana de trabajos de altura, que lo contactó. Ya había hecho algunos trabajos de altura en mantenimiento en algunos edificios y centros comerciales de la ciudad desde el año pasado. El monumento Mariano sería el primer trabajo de este tipo artístico y tan gran altura que Pérez realizaría.

El proceso
El grupo emprendió la aventura (más que un trabajo) de comenzar a formar la inmensa imagen, ensamblando los tubos de aluminio para ir formando la figura. Algunos estaban abajo armando, mientras que otros estaban arriba en el bastidor para colocar los largos tubos. Algunos luego de ensamblados llegan a medir 48 metros y pesan 120 kilogramos.
“Nosotros instalamos unas guayas de transporte, si la estructura está orientada de este a oeste, las guayas de transporte iban en esa dirección. Unos colocaban, otros transportaban” explica Francisco Pérez, para hacer entender de forma sencilla el arduo trabajo que la obra implicó.

La destreza y el profesionalismo del equipo fue el elemento clave, el manejo de cuerdas, de nudos específicamente, escalada y montañismo, lo que hacía a estos talentosos guaros llevar a cabo cada paso del proceso.
“La estructura tiene barras horizontales, para hacer que todo se mueva en conjunto. El equipo bajaba por cuerda en rapel a colocar las barras horizontales”.

Seis semanas les tomó armar por completo la figura en si, tomando en cuenta que la primera semana fue una semana de ensayo y error.
La experiencia: orgullo larense
El monumento Manto de María Divina Pastora no sólo destaca por su majestuoso tamaño y lo estético de su estructura. Desde su concepción hasta su puesta en marcha, siempre estuvo en manos de larenses, lo que nos hace sentir más orgullosos de nuestro talento y nuestra cultura.
“Cuando nos dijeron que había la oportunidad de ahí, para nosotros por diversos motivos fue lo ansiado, nosotros no estábamos por la remuneración sino por lo que implica, el carácter religioso, independientemente de críticas positivas o negativas, ya la obra se convirtió en un icono de la ciudad” declaró Francisco con orgullo.
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Periodista, diseñadora gráfica, especialista en Marketing y redes sociales. Editora en barquisimeto.com Cinéfila y melómana email: samantha@barquisimeto.com